miércoles, 10 de agosto de 2011

Manuel Bernal Martinez. Redescubriendo a un bandolista (Primera Parte).

Oxímoron: Una tragedia afortunada.
Manuel tocando bandola bajo.
Ese fue un año de tragedias: Mataron a Kennedy (John F. Kennedy), murió Jerónimo Velazco y nací yo, dijo soltando una carcajada. Nos encontrábamos en un ensayo de La Orquesta Colombiana de Bandolas. En sus manos sostenía una bandola bajo que el mismo había construido años atrás y que ahora toca en la orquesta en donde es director asistente (ver foto de la izquierda), sin lugar a dudas: la orquesta y el desarrollo de la familia de las bandolas, son dos de sus aportes más importantes para la bandola. El 17 de junio de 1963 en la ciudad de Bogotá nació Manuel Bernal Martínez.


La fotografía de un trío musical.  
Sobre las paredes de su apartamento en el occidente de Bogotá se pueden ver algunas fotografías a blanco y negro; unas muestran a la Bogotá de mediados del siglo pasado, otras, algunos de los grupos en los cuales ha participado. Pero hay una que tiene un significado particular, es una fotografía de un trío conformado por su papá como bandolista, su abuelo y su tía; sin embargo, el recuerdo que Manuel Bernal tiene de su padre es como guitarrista. “La bandola que él tocaba ─cuenta Manuel sobre su papá ─se había roto. La colgaron en una puntilla que no existía, se desbarato y él siguió tocando guitarra”. Su padre cantaba a dueto  el repertorio que se grababa en los cincuenta y sesenta, principalmente repertorio de duetos como Garzón y Collazos entre otros. Fue viendo tocar a su papá como Manuel aprendió a tocar guitarra y tiple.

En el colegio Manuel Bernal conoce a Juvenal Cedeño, importante músico de agrupaciones como el Trío Joyel, El Trío de los Hermanos Cedeño, La Estudiantina de la Universidad Nacional, entre otros; quien dirigía la estudiantina del colegio y en la cual estaría Manuel como guitarrista en sus años de bachillerato.

Un día, un amigo del barrio de nombre Mauricio Bernal (de apellido Bernal pero no familiar de Manuel)  llegó con una bandola de una tía y se la dio a Manuel (Ver enlace 1).  Junto a su hermano y Mauricio, Manuel armó su primer trío en donde el repertorio principalmente era obtenido de hacer ejercicios de escucha de los discos del Trío Morales Pino y con algunas partituras que “se conseguían en las casas musicales, principalmente las publicaciones de Ángel María Cruz" de adaptaciones sencillas para trío y un método para bandola.

Paralelo a todo este proceso que vivía Manuel en los años setenta en donde El Trío Joyel lanzaba su Trío Joyel Vol. I (1978) y revolucionaba el formato de trío típico. En esa misma época en Ginebra (Valle), un grupo de personas organizaba un concurso: El Festival Mono Núñez, que en los años posteriores nos permitirían ver a grupos muy importantes para la música colombiana… Pero de eso hablaremos luego.

Medicina vs. Música.

En 1980 Manuel termina el colegio y se ve enfrentado a un dilema. “Cuando salí del colegio ─comenta Manuel─. Estamos hablando de una época en que la presión social para no ser músico” era muy fuerte. “La profesión de músico era muy mal vista, y más de músico popular”. Así que decidió iniciar estudios de medicina en la Universidad Nacional. Sin embargo, la música seguía presente y Manuel aprovechaba las electivas para inscribir clases de música en el conservatorio, clases que le permitieron aprender un poco de teoría musical y de la música popular con el Maestro Guillermo Abadía.  

Manuel se entusiasma consiguiendo discos y arreglos que gracias a las clases de teoría podía entender,  va conciertos y así va conociendo más de esa música que lo apasionaba. Fue en esa búsqueda cuando en 1982 Vicente Niño organiza la celebración del centenario del natalicio de Luis A. Calvo con un cartel que incluía, entre otros, a agrupaciones como  La Estudiantina Bochica, El Trío Joyel (sin lugar a dudas uno de los grupos que más lo influenció),  y estudiantinas que se movían dentro del circuito bogotano. Se vivía un movimiento intenso dentro de la música andina colombiana impulsado por trabajos como Trío Instrumental Colombiano Vol. I (1981) o Trío Joyel Vol. II (1983). Esta música empezaba a sonar distinto, dice Manuel.

“Sentarse a ver un concierto de La Estudiantina Bochica, que no eran muchos (integrantes), eran unos… diez, y escucharles La fantasía sobre motivos colombianos de (Pedro) Morales Pino o las transcripciones y adaptaciones de Las Fantasias para banda de Emilio Murillo y de otros compositores. Uno decía: con esta vaina se puede hacer música a otro nivel”, recuerda Manuel con entusiasmo. Días después de terminado la celebración del natalicio de Luis A. Calvo, Manuel consigue una bandola de 16 cuerdas que no sube a Do (afinada un tono abajo Si bemol) del constructor Gonzalo Morales y  empieza a estudiar con más disciplina.

El 16 de mayo de 1984 la Universidad Nacional de Colombia fue cerrada. Los datos sobre este día son inciertos; algunos dicen que después de una pedrea para conmemorar el día del estudiante caído, la policía entró a la universidad dejando a su paso una ola de destrucción y de estudiantes desaparecidos, heridos y algunos muertos. La universidad estuvo cerrada por un año. “En ese momento yo estaba cursando sexto semestre─ cuenta Manuel ─y parte de las materias se tomaban ya en el hospital San Juan de Dios. No sé cómo, pero las directivas de la Facultad de Medicina lograron trasladar las clases en su totalidad para el San Juan, de tal manera que pudimos terminar el semestre a mediados de septiembre e iniciar inmediatamente el siguiente”.

El interés creciente de querer hacer música de una manera más seria, hizo que a finales del año 1984 Manuel abandonara sus estudios de medicina. “Yo estaba en mitad de séptimo semestre, viendo Medicina Interna, cuando me presenté y pasé a Pedagogía Musical en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y decidí retirarme en diciembre de 1984… Yo siempre digo que la música me la ganó”, afirma Manuel.

Nogal.

“El 15 de mayo de 1986 a las 2:00 p.m. en el "Auditorio" del Torreón de la sede central de la Universidad Pedagógica Nacional en Bogotá, fue mi primer concierto "profesional". Con motivo de la celebración del Día del Maestro, el QUINTETO NOGAL dio su primer y único concierto”. Este es un pequeño fragmento de una nota que publicó Manuel en su perfil de Facebook el 15 de mayo de 2011. Pero echemos un vistazo a lo que pasó desde 1984 a 1986.

Cuando Manuel llega a la UPN en 1985 se encuentra con Jairo Rincón al cual ya conocía desde la celebración del centenario del natalicio de Luis A. Calvo. Jairo Rincón, le daría unas pocas clases de bandola convirtiéndose en su primer profesor de bandola (y único profesor según cuenta Manuel).

Fernando León Rengifo, reconocido bandolista, llega en 1986 al Departamento de Bellas artes de la Universidad Pedagógica como profesor. Martha Rodríguez, directora del proyecto, le pide que forme un grupo para la celebración del día del profesor. Los elegidos para conformar esta agrupación fueron: Jairo Rincón (bandola), al cual ya conocía, María Cristina Rivera (tiple), César Julio Martínez (guitarrista) y Manuel Bernal Martínez (bandola). “Jairo le dijo a Fernando ─cuenta Manuel─, ‘hay un chino todo “afiebrado”; ese es el propio para el combo. Todavía no sabe leer muy bien’… lo cual era totalmente cierto”. Con un formato de dos guitarras (Fernando León hacia el papel de la otra guitarra), dos bandolas y un tiple se estrenó el Quinteto Nogal; bautizado así por el nombre del barrio en donde se encuentra la sede de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad pedagógica Nacional.

Diego Estrada, bandolista del Trío Morales Pino y una de las más importantes figuras de la música andina colombiana de todos los tiempos cumplía 50 años y fue homenajeado con una semana de conciertos que se llamó: Primera Semana de la Bandola “Diego Estrada”.
El segundo concierto de Conjunto Nogal ─que cambio su nombre porque el grupo había crecido─, se realizó en octubre de ese mismo año. 


Los chinos de “El Chino”.

Fernando “El Chino” León, como es conocido en el mundo musical, regresaría en junio de 1987 a El Festival Mono Núñez “que desde esos años era un escenario obligatorio para darse a conocer”; precedido de la fama alcanzada en los setentas con El Trío Joyel con quien ganó el Gran Premio “Mono Núñez” en la modalidad instrumental en 1979, Fernando llegó con un grupo de muchachos con la firme intensión de ganarse de nuevo el concurso. “Nosotros éramos los chinos de El Chino”, comenta Manuel.

A inicios del año de 1987 los integrantes de El Conjunto Nogal deciden empezar la travesia por los concursos de música andina colombiana pero enfocando todos sus esfuerzos al festival más importante de la época (y tal vez de la actualidad): El Festival Mono Núñez. Reclutando gente de la UPN y de otros grupos como La Estudiantina Bochica lograron conformar un grupo de trece instrumentistas que dio inicio a otra etapa… El Conjunto de Cuerdas Nogal.“Una de las consignas era: vamos a ir, pero vamos a ir a ganar”, cuenta Samuel Fierro, bandolista de la Estudiantina Bochica que fue llamado a reforzar el grupo.  Con dos ensayos, y en ocasiones hasta tres por semana, Nogal empezó la preparación para este objetivo. “Él (Manuel) y su familia ─continua Samuel ─fueron los que acogieron a Nogal en su hogar. Ellos tenía un colegio de primaria… Nosotros ensayábamos en el patiecito del jardín infantil incluso en sillas para niños porque no había silla para grandes”.

“Una de las cosas importantes de Nogal ─cuenta Manuel─, y que permitió que hiciéramos tantas cosas en los primeros dos años, fue que todos éramos músicos (la mayoría de la misma universidad) de muy buen nivel y muy comprometidos. Eso nos permitía encontrarnos más fácil, hacer parciales […] La cuerda de primeras, además de los ensayos con el grupo, nos reuníamos a cuadrar digitaciones, plumadas, en un trabajo muy del de orquesta en ese sentido. Esa fue la escuela que me definió como músico”.

Todo este trabajo permitió que ese año El Conjunto de Cuerdas Nogal ganará el Gran Premio “Mono Núñez” en la categoría instrumental, pero lo más importante es que la música andina colombiana vería nacer un grupo que aportaría un trabajo que servirá a futuras generaciones, además de formar a músicos en la ejecución de la música andina a otro nivel “ante la desaparición de grupos que la mantenían en un alto nivel como La Estudiantina Bochica, El Conjunto Instrumental Furatena y el proyecto grande de la Orquesta Típica Colombiana”. (Ver Enlace 2). 


1. Colección de bandolas de Manuel Bernal, un recorrido desde la bandola andina por la música colombiana, Por Jaime H. Quevedo Urrea, Número 16 de la revista A contratiempo del Centro de Documentación de la Biblioteca Nacional, Enero 27 de 2011. http://www.youtube.com/watch?v=TZzUgf2hNY8&feature=player_embedded#at=103
2. Tomado del archivo digital de la revista A contratiempo del Centro de Documentación Nacional de la Biblioteca Nacional. http://acontratiempo.bibliotecanacional.gov.co/files/ediciones/revista-3/pdf/Rev3_13_Nogal,%20conjunto%20de%20cuerdas.pdf

3 comentarios:

  1. Interesante.....la vida de cada personaje es un cuento distinto, pero casi siempre en la música todos empiezan desde una perspectiva diferente estudiando algo menos música....uno se da cuenta que cuando la vida ya le tiene a uno preparado algo, hay que vivirlo.....que buena reseña sobre el Maestro Manuel.....esperar el fin.....

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  2. Querido John, muchas gracias por la crónica sobre mi encarrete vital. Solamente una pequeña aclaración: Mauricio Bernal, quien me regaló la primera bandola en que toqué, no era compañero de estudiantina en el colegio, sino un gran amigo del barrio de mi infancia (Fontibón).

    Manuel

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  3. Gracias Manuel por la aclaración. Ya está corregido.

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